El error de Dios

A Guillermina todo le cuesta más, excepto la felicidad.

Cuando tiene ganas de hablar, abre demasiado la boca y se concentra en cada consonante, pero sólo las vocales le salen bien. A veces agrega una i donde no va.

Cuando ve a un señor vestido de blanco, llora, porque cree que es un doctor. No habla nunca, pero cuando escucha la palabra hospital dice siempre “A mí no”. Y no se calma hasta que uno la convence de que a ella no.

Sus amigos son todos grandes: la mamá, el papá, los abuelos, los tíos, la psicóloga, la fonoaudióloga y la maestra integradora. Va de terapia en terapia y conoce más neurólogos que los que vio una persona común en toda su vida.

Dicen que Guillermina es diferente a los otros chicos, porque
nunca reclama que está aburrida, porque no quiere que le compren nada, porque no dice malas palabras, porque no pelea con ellos por el tobogán. 

Porque para la pobre alma que aspira a transitar este mundo sin conocerlo, ella es invisible, porque no molesta, ni pregunta, ni exige.

Uno puede estar horas con ella sin notar su presencia, entonces, uno es un espíritu triste que se pierde un volcán maravilloso de belleza y amor. Está al lado de uno, y uno lo deja pasar.

Alfredo estaba muy preocupado por ella. La vio una sola vez y se enamoró. Convocó a la gente de la Iglesia y todos rezaron una novena por ella. Siempre me pregunta, porque Alfredo perdió un hijo que tampoco hablaba y conoce el dolor bien de cerca.

Yo sí sé el secreto de todas las cosas, que en los chicos especiales, en el error de Dios, a Dios se le escapó el paraíso que nos negó en el principio de los tiempos. Ahí está la felicidad.



Nosotros somos los tristes, porque vivimos en el mundo normal, que está lleno de dolor y de muerte. Guillermina, en cambio, es feliz, porque el mundo donde ella vive sólo tiene algodones, música y serenidad. 

A ella le cuesta todo, menos ser feliz, porque Dios se olvidó de integrarla al mundo, y el mundo que construyó ella es en el que todos querríamos vivir. 





1 comentario:

  1. Descubrí tu blog...,por mi condición de cura me atrajo, con temor respecto a su contenido, este artículo...Maravilloso!
    Felicitaciones x describir en pocas palabras, el misterio de estos niños.

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